El primer enfrentamiento entre ambos acabó en empate 1-1, lo que deja todo por decidir en Grecia. Anderlecht fue ligeramente superior, pero no logró sentenciar. Ahora, en Atenas, AEK buscará hacerse fuerte en casa, aunque los datos estadísticos sugieren que superar más de una vez la defensa belga será una tarea complicada.
El equipo dirigido por Marko Nikolic llega tras vencer a Panserraikos por 2-0 en la última jornada de la Superliga griega, controlando el 74% de la posesión. Sin embargo, su rendimiento ofensivo en Europa deja dudas: en los últimos años, AEK promedia menos de un gol por partido en competiciones continentales y genera pocas ocasiones claras. En casa, el balance reciente es aceptable: seis victorias, un empate y tres derrotas en sus diez últimos compromisos europeos.
El conjunto belga mostró mayor equilibrio en la ida. Dominó la posesión (56%) y remató más veces entre los tres palos (10 a 5). En ataque destacan Kasper Dolberg, autor de cinco goles en sus diez últimos encuentros, y el experimentado Thorgan Hazard. El equipo dirigido por Brian Riemer ha ganado seis de sus últimos diez partidos y promedia más de dos goles por encuentro. Aunque comete algunos errores defensivos, rara vez es claramente superado.
AEK no dispone del arsenal ofensivo necesario para romper la defensa del Anderlecht en más de una ocasión. El equipo belga, por su parte, tiene recursos de sobra para hacer daño en transiciones rápidas y jugadas a balón parado, y sus principales figuras llegan en un gran momento. Se espera un partido táctico, con el AEK intentando dominar el juego, pero generando pocas situaciones reales de peligro. La apuesta más sensata es confiar en que los griegos no marcarán más de un gol.
